Donald Trump Anuncia Arancel del 100% a Películas Extranjeras
En un impactante anuncio en Truth Social, Donald Trump reveló su intención de imponer un arancel del 100% a todas las películas producidas fuera de Estados Unidos, lo que podría cambiar radicalmente la producción de películas en la industria cinematográfica.
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5/5/20256 min read


La industria del cine, tanto en Hollywood como en el mundo de habla hispana, se ha visto inmersa en una vorágine de noticias y posibles cambios que podrían redefinir su panorama en los próximos años. En las últimas 24 horas, dos acontecimientos han capturado la atención de productores, actores, distribuidores y aficionados por igual: la sorprendente propuesta del expresidente Donald Trump de imponer aranceles del 100% a las películas producidas fuera de Estados Unidos y el anuncio de la 46ª edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana. Estos eventos, aunque de naturaleza muy diferente, plantean interrogantes significativos sobre el futuro de la producción, distribución y consumo de cine a nivel global.
La noche del domingo, el expresidente Donald Trump recurrió a su plataforma Truth Social para hacer un anuncio que resonó con fuerza en la industria cinematográfica: su intención de imponer un arancel del 100% a todas las películas producidas fuera de las fronteras de Estados Unidos. En su publicación, Trump argumentó que la industria cinematográfica estadounidense está experimentando una "muerte muy rápida" y señaló que otros países están ofreciendo diversos incentivos para atraer a cineastas y estudios fuera de Estados Unidos.
El expresidente no dudó en calificar esta situación como una "amenaza a la seguridad nacional" y un "esfuerzo concertado por otras naciones" que involucra "mensajes y propaganda". En consecuencia, anunció que había autorizado al Departamento de Comercio y al Representante Comercial de Estados Unidos a iniciar de inmediato el proceso para instituir este arancel, con el objetivo declarado de que las películas se hagan "en Estados Unidos, otra vez".
Sin embargo, poco después del anuncio inicial, un portavoz de la Casa Blanca emitió una declaración aclaratoria indicando que "no se han tomado decisiones finales sobre los aranceles a las películas extranjeras" y que la administración está "explorando todas las opciones". El objetivo declarado de la administración sigue siendo "salvaguardar la seguridad nacional y económica de nuestro país mientras se hace que Hollywood vuelva a ser grande".
La reacción inicial de la industria no se hizo esperar. El anuncio generó una oleada de sorpresa y preocupación en Hollywood, con ejecutivos de estudios convocando reuniones de emergencia para analizar las posibles implicaciones. Existe una "enorme incertidumbre" sobre la autoridad del presidente para imponer tales aranceles y sobre cómo se llevarían a cabo en la práctica. La industria cinematográfica europea reaccionó con "conmoción e incredulidad" ante la noticia. IMDb, una de las bases de datos de cine más populares, resumió la reacción con un expresivo "'¡Esto es una locura!'". La incertidumbre también se reflejó en los mercados financieros, con las acciones de importantes empresas de entretenimiento como Disney, Netflix, Warner Bros. Discovery y Paramount Global experimentando caídas al evaluar los inversores el posible impacto de estos aranceles.
La propuesta de Trump se enmarca dentro de una postura proteccionista más amplia, cuyo objetivo es fortalecer la industria cinematográfica nacional desincentivando la producción en el extranjero. Esta medida se alinea con sus políticas comerciales previas, en las que ha recurrido a los aranceles como herramienta para proteger las industrias estadounidenses. El momento del anuncio, justo antes del Festival de Cannes, uno de los mercados de cine más importantes a nivel mundial, podría tener consecuencias significativas para los acuerdos comerciales y las colaboraciones internacionales. Cannes es una plataforma crucial para la venta de derechos de distribución y la búsqueda de financiación para proyectos cinematográficos. La incertidumbre generada por la posible imposición de aranceles podría hacer que los socios internacionales se muestren más reticentes a invertir o distribuir películas estadounidenses producidas en el extranjero. Sin embargo, a pesar de las afirmaciones de Trump sobre el declive de Hollywood, los datos recientes sugieren que la taquilla nacional ha experimentado un repunte, lo que indica que la industria podría no estar en la situación tan crítica que describe. Informes recientes señalan un aumento del 15.8% en los ingresos nacionales en comparación con el año anterior, con éxitos como Una película de Minecraft, Pecadores y Thunderbolts, lo que contradice la narrativa de una industria en vías de extinción.
Impacto y Reacciones a la Potencial Tarifa del 100% en la Producción Cinematográfica Internacional
La posible imposición de un arancel del 100% a las películas producidas fuera de Estados Unidos podría acarrear una serie de consecuencias económicas significativas. Analistas advierten que esta medida podría traducirse en un aumento drástico de los precios de las entradas de cine, un costo que probablemente se trasladaría a los consumidores. Además, se teme que esta tarifa haga que las producciones de nivel bajo y medio sean "completamente inviables", lo que podría llevar a la pérdida de numerosos puestos de trabajo en la industria. También se prevé una disminución en la producción de contenido de gran presupuesto, ya que los estudios se verían obligados a reducir su inversión debido al aumento de los costos de producción. El sector del cine independiente podría ser particularmente vulnerable y sufrir un golpe devastador.
Otro motivo de gran preocupación es la posible represalia por parte de otros países, que podrían imponer sus propios aranceles a las películas estadounidenses, lo que afectaría negativamente los ingresos de taquilla a nivel internacional. La industria cinematográfica estadounidense generó un superávit comercial de 15.300 millones de dólares en 2023, con exportaciones que alcanzaron los 22.600 millones de dólares. Estos aranceles podrían poner en riesgo este balance comercial favorable.
Las reacciones a la propuesta de Trump no se limitaron a Hollywood. En el Reino Unido, el sindicato de medios BECTU advirtió que los aranceles podrían asestar un "golpe de gracia" a una industria que apenas se está recuperando y amenazar miles de empleos de profesionales independientes. Australia y Nueva Zelanda, países que son importantes destinos de rodaje para producciones de Hollywood, se comprometieron a defender sus industrias cinematográficas nacionales. La industria cinematográfica checa expresó preocupación, aunque con un tono más cauto, destacando la capacidad de adaptación de sus productores. El Ministro de Cultura de España anunció una reunión con representantes del sector cinematográfico español para analizar posibles respuestas a esta medida. Canadá, otro importante centro de producción para Hollywood, también se vería significativamente afectado por estos aranceles.
Además de las posibles consecuencias económicas, la propuesta de Trump plantea importantes desafíos legales y prácticos. Expertos señalan la "Enmienda Berman" de 1988, una ley que prohíbe explícitamente al presidente regular la importación o exportación de películas. También existen numerosas preguntas sobre cómo se implementarían estos aranceles, incluyendo la definición de qué constituye una película "producida en el extranjero" y cómo se trataría el contenido de las plataformas de streaming. El gobernador de California, Gavin Newsom, calificó el anuncio como un "truco sin fundamento y legalmente imposible", argumentando que Trump carece de la autoridad para imponer tales medidas de forma unilateral.
La naturaleza cada vez más globalizada de la industria cinematográfica dificulta establecer una distinción clara entre producción "extranjera" y "nacional". Muchas películas son el resultado de colaboraciones internacionales y se filman en diversos países. Numerosos ejemplos, como las grandes producciones de estudios estadounidenses rodadas en el Reino Unido, Canadá, Australia y otros países, demuestran que esta práctica responde tanto a incentivos financieros como a necesidades estéticas. Definir qué películas estarían sujetas a estos aranceles se presenta como una tarea compleja. Además, los aranceles propuestos podrían socavar el sistema actual de incentivos fiscales internacionales que muchos países, incluyendo los propios estados de EE.UU., utilizan para atraer la producción cinematográfica. Muchos lugares ofrecen exenciones fiscales para hacer que la filmación sea más asequible. La medida de Trump parece dirigirse directamente a esta práctica, pero podría perjudicar a las producciones estadounidenses que dependen de estos incentivos. La justificación de "seguridad nacional" para imponer estos aranceles es cuestionada por muchos en la industria, quienes la ven como una forma de proteccionismo cultural o una falta de comprensión del panorama mediático actual. Si bien Trump afirma que las películas extranjeras podrían utilizarse como propaganda, los críticos argumentan que esto es un pretexto para el proteccionismo económico y que Estados Unidos es un importante exportador de contenido cultural.